El género Schinus pertenece a las anacardiáceas, e incluye lo que popularmente se conoce como falsos pimenteros o lentiscos americanos, en especial los más conocidos Schinus molle y el S. terebinthifolia.

El molle está presente desde el norte de Argentina y Chile hasta Perú y Ecuador, incluyendo amplias zonas de Bolivia, Paraguay, el sur del Brasil y Uruguay. Ha sido cultivado por sus usos desde antiguo. Además hoy en día es habitual verlo en zonas de clima templado, como la cuenca mediterránea o California, e incluso con carácter invasivo en zonas como Florida o la sábana africana.

El nombre del género es una versión latinizada de schinos, nombre que le daban los griegos al lentisco (Pistacia lentiscus), cuya resina aromática tiene un olor similar. El epíteto molle deriva del nombre quechua mulli. La variedad o especie areira -está en discusión- procede del nombre tupí aru’era. Recibe otros muchos nombres vernáculos en cada lugar de origen: anacahuita, aguaraibá, gualeguay, aguaribay...

Pedro de Cieza de León le dedica todo un capítulo de su Crónica del Perú (1540-1550) por los muchos usos que se le daba a esta especie: "De una fruta muy menuda que cría este árbol hacen vino o brebaje muy bueno, y vinagre; y miel harto buena, con no más de deshacer la cantidad que quieren desta fruta con agua en alguna vasija, y puesta al fuego, después de ser gastada la parte perteneciente, queda convertida en vino o en vinagre o en miel, según es el cocimiento".

Además , su madera fuerte y pesada es resistente a las termitas y la humedad, aunque su rugosidad le resta interés comercial. Además de usos medicinales tradicionales (sobre todo de su resina y corteza), sus semillas son una conocida alternativa y complemento a la pimienta asiática. Aunque su consumo en cantidad es peligroso (son ligeramente tóxicas), tanto las semillas del molle como de su pariente el Schinus terebinthifolia (el turbinto) son conocidas como "pimienta rosada", y suele venderse mezclada con las pimientas del género Piper (pimienta negra, verde y blanca). El sabor de la pimienta rosa es muy particular, aportando un dulzor afrutado y ácido, que le da un mayor espectro de sabor a las pimientas asiáticas.